Las montañas del país arden
y tus dedos se aflojan.
Vistes de blanco tu sucia alma
y escupes humo por las manos.
Sales a tomar aire
con una mueca difícilmente marcada
y solo hallas líneas punteadas
que te llevan a la nada
que te hacen correr a los paraísos de la distracción.
Tus malditas dudas te llevan a la amnesia
de regreso a las cuevas donde recreas tu infancia
perdida.
Sientes el dragón que serena tu mente
la aguja que hierve en tu sangre
y suave te entregas a la lluvia.
De las amapolas aprendes
el encanto de los ojos abiertos
el sutil fulgor de tierras que se parten
esa dulzura de los orígenes que te hacen poderoso.
Pero solo es un instante
que se quema en los dedos
de la desnuda cresta del orgasmo
al vicio de las formas.
Entonces te haces etéreo
y ahí estas
como la serpiente que se muerde la cola
una y mil veces
y se mantiene fresca e impecable
a toda hora.
(….)
Tenemos que encontrar un nuevo pasadizo
pero no sabemos dónde estamos
lo cierto es que el aire es frío
y se arremolina
advirtiéndonos el peligro de estar vivos.
P.D. : La vida es bonita se escucha de los padres…
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