martes, 24 de julio de 2012

EL ROBOT SECTARIO TE ENSEÑA



Buscan seguridad a la sombra de un árbol que llaman líder.
Se alimentan de dogmas y bajo sus ramas encuentran abrigo con carisma.

Nunca aprendieron a romper el molde. Vivieron una canción hasta que menguaron sus gargantas y ya sin voz se hicieron más que niños; párvulos, nonatos que aún maman de la misma teta asustada.
Ciegos como la camada de perros callejeros que revientan en las calles que dejaron de ser nuestras, han sido paridos y ni si quiera se arrastran.
Reclutados por dolor y miedo, se entregaron sumisamente a la ignorancia y en nombre de la verdad emprendieron sin control la barbarie desde siglos remotos.
Han perdido sus agendas e hicieron de la ruptura su familia. Dejaron el continente y se hicieron a islas, les encantan los archipiélagos siempre y cuando sean de su propia especie. Llamaron “acción de gracias” a un día donde celebraban la muerte de nativos y comieron pavo y se fumaron la pipa. Aman la hierbas pues no rumian como vacas sino más bien balan como corderos aunque prefieren la avena que todos conocemos.
La muerte siempre anduvo con ellos, hicieron de la pira y la horca sus fieles compañeras pues llamaron hereje a los atrevidos y enemigo al mundo.
Han vivido de ella, es un negocio rentable eso de “salvar almas” y luego condenarlas a vivir atadas.
En todo caso, hoy han perdido sus alas y desde su caída nos ha quedado esta memoria artificial como herencia.
Renunciaron a su fe, la única que realmente cuenta: dejaron de creer en si mismos.


Buscan seguridad a la sombra de un árbol que llaman líder.
Se alimentan de dogmas y bajo sus ramas encuentran abrigo con carisma.

NO QUIERO DECIR MAÑANA
ES OTRA EXTRAÑA FORMA DEL PRESENTE.