A mí me encanta fumar. Me encanta.
Me encanta fumar los relojes y los inútiles calendarios
junto con los golpes implacables del tiempo.
Me encanta fumar la cotidianidad
y el famoso pretexto de la suerte
junto con la simpleza de vivir sin meditar.
Me encanta fumar mis fracasos y caídas
junto con las gentes que me los recuerdan.
Me encanta fumar las mentiras,
las tristezas, las perfidias y el dinero
junto con otras banalidades de la existencia.
Me encanta fumar el sistema, sus estúpidas modas,
su patética concepción de belleza y su política barata
junto con todos los monigotes que lo integran.
Sí, me encanta fumar. Me encanta.
Y también, me fascina aún más,
esparcir y alejar vertiginosamente el humo producido
con un victorioso y liberal soplo.
JulietH Correa
(Tan Cucuteña como los pastelitos de garbanzo)
