viernes, 11 de julio de 2014

ESTE POBRE EDÉN




¡VIVA PALESTINA LIBRE!


No corten mis olivos
no arrasen mi pobre tierra.

Dejadme el hilo de agua que brota
de nuestra peña
no clausuren nuestros ríos
no dejen sedientas a nuestras familias.

No corten nuestros olivos
dejen quietos los limonares
dejadnos en esta tierra en paz
que aunque parezca yerma
de su vientre siempre brota
dadivosa
la lágrima y la carne.

Tu paso no es distinto al nuestro
ambos vamos de tránsito
salvo que en tu camino
un día no hallaste la salida.
Consideramos tu desgracia
y elevamos plegarias a nuestro
mismo padre.

Y ahora de vuelta de la huida 
y la diáspora 
regresas a nuestra casa
como el hermano que se hizo rico
en el extranjero
y trocó corazón por monedas de oro.

A nosotros también nos fue difícil
sostener esta tierra
hacer de el desierto
                                 surcos y eras
y mantener en pie nuestras bestias.

A nosotros hijos del polvo
y los caminos
también se nos fue dado
este pobre Edén 
donde nos quemamos por dentro.

martes, 8 de julio de 2014

EPISTOLA A FILOMENA

Medellín7/7/1923




Querida Filomena:

La tarde cae y he llegado a la capital, a la estación del tranvía y por vez primera monté en esta máquina maravillosa.
La gente de por acá es un poquito estirada pero también he visto mucha gente de campo, quizás un poco más pobre que nosotros.
Por lo menos tenemos el consuelo de la tierra, allá en nuestra pequeña parcela podemos sembrar la yuquita, el plátano, los frisoles y criar los marranos.
¿Pero aquí Filomena?
Aquí la gente vive mal, arrastrada, sin un peso y mucho menos un lugar donde caerse muerto.
Pero como vos sabes, estoy lleno de ilusión y ganas de ser profesor. Ahora mismo voy camino a la Escuela Superior a inscribirme.
Dile al viejo y mamá que ya los extraño, que cuando lleguen las vacaciones los visitaré.
En la tarde visitaré al tío Ambrosio para lo de la posada y el trabajo en el granero para poder sostenerme.
Esta ciudad es muy movida, a donde vaya se ve romería de gentes con toda clase de cachivaches, mercaderías y edificios grandes.
Amada Filomena, cuando nos veamos, ojalá sea pronto te llevaré las telas que me encargaste para ese vestido bonito que le viste a la tía Magola.
Hermanita querida, me despido de vos pero acordate que siempre la llevo en mi corazón.

Por siempre tuyo, Manuel.

P.D. : No se le olvide las panelitas y la cuajada.