domingo, 28 de octubre de 2012

elpoetadeyeso

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APETITOS

Encuentro tanto idiota que se procura un buen tiempo para si, para escupirle a su propio charco la importancia de su propia inmundicia. Este domingo por ejemplo encuentro entre tanto zapping anestésico, noticias del Perú, voces perturbadas que prefirieron la tortura a la verdad y hoy insisten en la libertad de un decrépito asesino.
Pero lo mismo ocurre en nuestras altitudes deformadas por la historia. El mismo espectro equiparable pero con otro acento y el mismo tono, sube esta tarde a la palestra que tanto añora para volver a cuidar sus huevitos.
Un tono fingido que rechaza acentúa su continua contradicción. En realidad esconde a la bestia que devora a todos sus hijos.
El poder, la mierda que todos procuran manejar sin ensuciarse siempre los asiste. Con esta tinta escriben a diario todas sus torpezas y demandas.
En su espuria mentira se revela el mundo del que hace gala:
paradas militares y cenas opíparas que mantienen en alza el espíritu de sus abolengo.
Devolverle al charco la saliva de su confianza en su silencio torpe.
Para escupirse en el espejo su existencia fragmentada en los espacios empotrados como trofeos de caza, como joyas de la corona, como perlas barrocas de un collar roto.
Con discursos desbordados, tiran su suerte sin cauce, justifican su vació en las antesalas.