...esta serpiente que muda su carne y sostiene su veneno.
Un veneno sin antídoto
sideral
que estrella sus cartalos
y desafía atmósferas.
Una calma apenas descifrada donde todo despierta
una voz
una llama
un verso dónde puedes atrapar
a tu alma y acariciar su gracia.
Un sendero dónde el eco te avienta
y ligero como el tiempo asciendes
por tu copa y descubres el cielo.
Un cielo abierto
una voz
una llama...