Santa Fe de Bogotá
28/12/14 7:29 a.m.
La memoria de la luna despierta cada mañana con el alba
Bajo este cielo que arde en los fríos cerros orientales.
Te dice
Te cuenta
De
cada sueño
De cada paso que diste
Camino de su claro
Camino de su esencia.
Fragante es su velo
Su piel de diosa
Sus largos cabellos de ébano
De reina Nubia.
Ella habita en este altiplano
Alrededor de veinte años
Que para nuestro padre amado no es más que un chasquear
de dedos.
Ella habita y ella espera.
Ella se cubre con finas fragancias venidas del norte
Y tersas telas traídas de Persia.
Yo me he vuelto su
fiel devoto
Desde el último encuentro en la Casa del Duende.
Hechizado he quedado desde aquella noche
Donde su claro de luna
Vino con todo su poder a mi solitario aposento
A mi viejo castillo medieval.
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