sábado, 2 de enero de 2010


Uno Se acerca a las palabras
Ese bello olvido
Esa eterna ausencia
Como un pueblo en retirada
Musitando su renunciada arquitectura.
Como una novia verde
Llevamos una piedra en el oído
Contagiados de risa
Abrazados al espejo de la tarde
Hablamos a diario
Donde el viento descansa en los ojos.
Como una novia verde
Sostienes la mano que escribe
Su edad de oro
Y echas a andar
Sobre las dunas de los médanos
Tu gracia virgen
Las caravanas del hechizo.
En su pradera azul
Extiendes el sueño
Y construyes un templo dictado por el hielo
Una palabra totalmente nueva
Como un cielo despresado.
Mecido en el seno de su brisa
Sensible
Te haces a la música
Como un delfín de río.
Y así intoxicado por bellezas inusuales
Vas poblando tu voz arcana
Despiertas vocales de su arco
Y te haces fuerte
Más que todas tus invasiones.
Al final
Nacidos para ser fugaces
Redimir el día es lo que cuenta.

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